Si alguna vez has probado nuestro Fito Cold te habrás dado cuenta de que tiene un ingrediente estrella: el árnica. Pero, ¿sabes qué es esta planta y cuáles son sus beneficios? En este artículo los repasamos todos.
Qué es el árnica
Llamada en realidad árnica montana, esta planta que crece principalmente en zonas montañosas del centro de Europa, es conocida ya desde la Edad Media por sus propiedades medicinales. Es muy fácilmente identificable porque es similar a una margarita (pertenecen a la misma familia) pero sus pétalos son de un amarillo muy intenso. Y en ellos, principalmente, es donde reside su gran secreto: concentran aproximadamente 150 principios activos.
No obstante, su uso terapéutico se debe, sobre todo, a que es rica en flavonoides, que tienen un gran poder analgésico y antiinflamatorio.
Usos más comunes del árnica
- Recuperación muscular
Precisamente por su alto poder antiinflamatorio, el árnica es muy empleada en forma de gel para la recuperación de molestias musculares propias del ejercicio físico intenso o de pequeñas lesiones que hayan derivado en contracturas. Incluso es capaz de calmar el dolor de los desgarros y microrroturas musculares. Por eso nuestro Fito Cold Fisio, formulado con un 10% de árnica, alivia el dolor muscular ya desde la primera aplicación.
- Alivio de golpes y hematomas
Esta planta ayuda a regenerar el tejido conjuntivo por eso, a la vez que alivia el dolor de los golpes, ayuda a reducir los hematomas o, incluso, a prevenirlos. De hecho, la Agencia Europea del Medicamento recomienda su uso en el tratamiento de contusiones. Eso sí, asegúrate de aplicar el árnica siempre y cuando no haya una herida abierta, ya que podría irritarla.
- Estimulación de la circulación sanguínea
Uno de los usos más comunes y efectivos del árnica es en el caso de varices y otras molestias derivadas de la mala circulación sanguínea, por ejemplo, la sensación de piernas cansadas. Y es que está más que constatada su eficacia para estimular la circulación de la sangre.