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Las lesiones musculares más frecuentes: aprende a evitarlas

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Las lesiones musculares son más comunes de lo que desearíamos entre deportistas. Aunque la mayoría de las lesiones musculares más frecuentes son leves o aparecen de forma tímida, no debemos confiarnos: hay que saber prevenirlas y detectarlas a tiempo.

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¿Cuáles son las lesiones musculares más comunes?

Lo más frecuente entre personas que practican los deportes más comunes, como running, fútbol o vóley, son las que afectan a los muslos (ya sea la parte anterior del muslo, el cuádriceps, o la posterior, los isquiotibiales) y a los gemelos. Por su parte, en actividades de tonificación y entrenamientos que trabajan la fuerza, las lesiones más frecuentes se producen en la zona cervical y lumbar.

En general, ya lo hemos mencionado, las lesiones musculares que se producen con mayor frecuencia son leves: inflamaciones, sobrecargas, contracturas y contusiones (pequeños hematomas que se producen por un impacto contra el músculo). Ello no quiere decir, sin embargo, que no deban preocuparnos. Lo mejor cuando tenemos una lesión muscular de este tipo es hacer reposo y dejar que el músculo afectado se recupere al 100% antes de volver a la carga.

Pautas para prevenir lesiones musculares

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En todo caso, la mejor cura siempre es la prevención. Por eso es tan importante incorporar ciertas rutinas a nuestra práctica deportiva que nos protegerán de molestias y lesiones musculares. Son estas:

  • Realizar estiramientos previos. Antes de comenzar cualquier deporte, siempre hay que estirar los músculos sobre los que se realizará esa actividad.
  • Seguir una buena pauta de calentamiento. Tan importante como estirar los músculos es realizar un pequeño calentamiento: cuando los músculos entran en la temperatura óptima, son más flexibles.
  • Evitar realizar movimientos bruscos y mantener posiciones incómodas. Si mientras realizas un ejercicio estás muy incómodo y sientes dolor, afloja un poco, tu cuerpo ya te está enviando un mensaje…
  • Realizar estiramientos al acabar la práctica. Tan importante como realizarlos al principio es hacerlos al final. Los músculos se recuperan mucho mejor del esfuerzo si los estiramos después del ejercicio.
  • Reducir la inflamación de la musculatura a través del frío. Un masaje con un gel frío muscular sobre la musculatura que se ha sometido al esfuerzo ayudará muchísimo a recuperarla. Si no dispones de un buen gel frío —ya sabes que nuestro gel de masaje muscular Fito Cold Fisio, formulado con extractos vegetales, es imbatible—, siempre puedes darte una ducha con agua bien fría.
  • Cuidar la hidratación. La deshidratación es una causa común de lesión muscular, así que asegúrate de hidratarte bien antes, durante y después de realizar ejercicio. Y, por supuesto, cuida también la nutrición: una dieta equilibrada y rica en minerales ayuda a reforzar los músculos.