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Cómo proteger la piel de la contaminación ambiental

Proteger la piel de la contaminación ambiental es mucho más importante de lo que podrías pensar a priori. Cada vez son más las investigaciones que determinan una relación directa entre la polución del aire y el envejecimiento prematuro de la piel.

proteger piel contaminacion

 

La piel absorbe el humo, el polvo e incluso partículas químicas procedentes de la industria y esto acaba afectando al funcionamiento celular y a la capacidad de la piel para regenerarse. De ahí que, cada vez más, los expertos insistan en la importancia de cuidarnos de los factores ambientales. Estas son las principales recomendaciones para proteger la piel de la contaminación:

  • Limpieza diaria: especialmente en verano, cuando estamos más expuestos, y a diario en las zonas más desprotegidas como el rostro, es importante mantener una perfecta limpieza de la piel. Si bien la limpieza es fundamental para eliminar el polvo y el sudor, es importante recordar que una sobreexposición al agua puede acabar resecando la piel y afectando a su función de barrera frente a agentes externos. En este sentido, lo ideal es darse duchas muy cortas y evitar el uso de limpiadores agresivos con el ph natural de la piel.
  • Exfoliación: realizar un tratamiento exfoliante con cierta periodicidad (una vez por semana o cada diez días) ayuda a la piel a eliminar las células muertas de la epidermis y a renovarse de forma natural.
  • Crema hidratante, a diario: tan importante como darse una ducha es aplicar una crema hidratante corporal todos los días. De hecho, lo mejor es ponerse la crema justo después de la ducha, pues la piel limpia es capaz de retener mejor los principios activos del producto. La crema, además, crea una barrera protectora frente a las partículas del aire.
  • Consume alimentos antioxidantes: hasta ahora te hemos propuesto pequeñas acciones para proteger la piel desde fuera, pero cuidarla desde su interior es igualmente importante. Y esto podrás hacerlo con la alimentación. Los alimentos que contienen nutrientes esenciales ayudan a que la estructura de la piel funcione correctamente y pueda enfrentar mejor las agresiones externas de la polución y los rayos uva del sol. En este sentido, lo mejor es que incluyas en tu dieta abundantes cítricos, bayas (arándanos o cerezas, por ejemplo), zanahoria, pepino, aguacate, verduras de hoja verde y frutos secos. Y, por supuesto, bebe abundante agua. Una buena hidratación es la mejor garantía de protección para la piel.

Picor en la piel: por qué se produce y cómo tratarlo

¡Qué difícil no rascarse cuando nos pica la piel! Sabemos que no debemos, pero es una reacción natural. El picor en la piel es molesto. Por eso, lo ideal es saber por qué se produce y prevenirlo.

¿Por qué me pica la piel?

Dejando a un lado problemas mayores y crónicos, como la dermatitis atópica u otras afectaciones directamente relacionadas con la piel, que por supuesto deben consultarse con un dermatólogo, las causas del picor de piel son muy diversas.

picor en la piel

Algo tan común como una reacción a una pieza textil, por ejemplo un jersey nuevo, o una alergia puede provocar rojeces y pequeños granitos (prurito) que acaban dando sensación de picor.

También es muy común que la piel seca pique. Esto es así porque la deshidratación provoca una reacción en la piel, algo así como una llamada de auxilio de tu piel para que le hagas caso.

El estrés es otro factor habitual de picor en la piel. Los nervios se proyectan en la piel provocando sensación de piel seca, granos, rojeces, etcétera.

Cómo tratar el picor de piel

Lo principal, para que la piel deje de picar, es hidratarla bien. Para ello, utiliza una buena leche corporal que además de hidratar en profundidad no resulte agresiva para tu piel. Este último aspecto es fundamental siempre, pero especialmente si la piel ya está irritada. En este sentido, Acilac Hidra, la leche de tratamiento corporal de Luvilay, tiene efecto calmante, consiguiendo aliviar el picor de la piel casi de inmediato.

Finalmente, si el picor persiste, entonces es mejor consultar con un dermatólogo, pues es probable que sea necesario recurrir a antihistamínicos o cremas con formulaciones específicas.