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Cómo cuidar la piel de las manos del uso de geles hidroalcohólicos

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¿Notas las manos más ásperas? ¿Crees que últimamente la piel de tus manos está más seca? Es normal. Desde hace unos meses nos lavamos las manos con mucha más frecuencia que antes y hemos incorporado a nuestro día a día una nueva rutina casi desconocida, con anterioridad, para el común de la población: el uso continuado de gel hidroalcohólico. Y todo ello, inevitablemente, contribuye a la deshidratación de la piel de las manos.

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Por qué el gel hidroalcohólico reseca las manos

Las soluciones hidroalcohólicas que utilizamos a diario para desinfectarnos las manos como parte de la estrategia de prevención del Covid-19 tienen una alta concentración de alcohol (entre un 70% y un 85% es lo recomendado), que afecta a la piel de las manos resecándola. Esto es así porque el alcohol elimina el sebo, es decir, la grasa natural de la piel, y altera su barrera protectora, lo que deriva en una deshidratación de la piel. Pero ese mismo alcohol es el que acaba con los virus, por lo que no emplearlo -y no hacerlo siempre que es necesario- no es una opción ahora mismo.

Y esto, aunque quizás sea con el gel hidroalcohólico con lo que más lo notamos, también puede llegar a ocurrir con un lavado excesivo de manos, aunque lo hagamos con agua y jabón, ya que las partículas propias del jabón también pueden alterar la capa sebácea de la piel.

Recomendaciones para proteger la piel de las manos

Antes de que la situación vaya a más y aparezcan grietas y heridas por la sequedad de las manos, hay algunos hábitos que podemos adoptar para minimizar el efecto de los geles y cuidar la piel de las manos:

  • Equilibra la balanza: no solo uses gel hidroalcohólico. Dado que al entrar en comercios y lugares públicos debemos usar estos geles, en casa y siempre que sea posible desinfecta las manos con agua y jabón. Sí, ya hemos dicho que a la larga también puede afectar a la deshidratación de la piel, pero el jabón no es tan agresivo con el sebo como el alcohol.
  • Mejor lavar las manos con agua tibia. Cuanto más caliente esté el agua, más deshidrata nuestra piel.
  • El secado, a toques suaves. En lugar de frotar y frotar con la toalla para secar las manos después de lavarlas, lo ideal es darles pequeños toques. Además, conviene dejar las manos un pelín húmedas porque, de esta forma, la crema hidratante penetra mejor.
  • Hidrata la piel de las manos con frecuencia. Cada vez que te desinfectes las manos, ya sea lavándolas o usando una solución hidroalcohólica, ponte un poco de crema hidratante de manos. Las cremas nutritivas se pueden emplear con toda la frecuencia que sea necesaria, así que no te cortes y empieza a convertir la hidratación de tus manos en un hábito sistemático.
  • Ayuda a tu piel a regenerarse. Si ya has llegado al punto en que las manos están excesivamente secas, ásperas y han aparecido grietas o descamaciones, actúa cuanto antes incorporando a tu día a día el uso de una crema reparadora como Acilac Forte.