La mala circulación en las piernas es más común de lo que podría parecer. Y es que un trabajo de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular estima que seis de cada diez adultos padecen síntomas de enfermedad venosa crónica, es decir, dificultad por parte de las venas de retornar la sangre al corazón. Esta incidencia aumenta con la edad, siendo un problema que se manifiesta en mayor medida a partir de los 70 años (50 en el caso de fumadores), y por causa de otras patologías asociadas.
En todo caso, mejorar la mala circulación de las piernas es posible siguiendo algunas sencillas pautas. Todas ellas las podemos aplicar en nuestro día a día en casa, así que ya sabes: toma nota y acaba con la mala circulación y la pesadez de piernas.
Tips para mejorar la circulación de las piernas
- Evita permanecer demasiado tiempo en la misma posición, da igual si estás sentado o de pie. En ambos casos, acostúmbrate a mover frecuentemente los pies y da pequeños paseos
- Eleva las piernas por encima del nivel del corazón. Cuando estés relajado en el sofá, pon los pies sobre una buena pila de cojines. Es un truco infalible para contrarrestar la mala circulación de las piernas.
- Una dieta equilibrada también es clave para mejorar la mala circulación de las piernas. Además, la alimentación baja en sal es muy positiva en este sentido, pues ayuda a retener menos líquidos.
- ¡Hidrátate bien! Y esto quiere decir tanto por dentro como por fuera. Bebe abundante agua y utiliza a diario una crema que favorezca la hidratación de la piel, pues de esa forma conseguirás una piel más elástica y tersa y conseguirás activar la circulación en las piernas.
- Viste ropa amplia en la medida de lo posible. Los pantalones o medias muy ajustados dificultan el retorno sanguíneo de las piernas al corazón, favoreciendo una mala circulación de las piernas.
- Evita la exposición solar prolongada y permanecer cerca de fuentes de calor directas (como una estufa) durante mucho tiempo.
- Masajea las piernas con Fito Cold Piernas Pesadas cada día. El gel frío es altamente calmante y el poder antiinflamatorio de la árnica ayuda a disminuir la hinchazón, la sensación de pesadez y el hormigueo en las piernas. Además, al aplicar el gel en movimientos circulares conseguirás recuperar la circulación en las piernas.